lunes, 9 de agosto de 2010

Mientras tanto, yo no dormía, vagaba en ese limbo...

LXXI
No dormía; vagaba en ese limbo
en que cambian de forma los objetos,
misteriosos espacios que separan
la vigilia del sueño.

Las ideas que en ronda silenciosa
daban vueltas en torno a mi cerebro,
poco a poco en su danza se movían
con un compás más lento.

De la luz que entra al alma por los ojos
los párpados velaban el reflejo;
mas otra luz el mundo de visiones
alumbraba por dentro.

Gustavo Adolfo Bécquer

09 de Agosto del 2010.

Los sueños duelen tanto, al despertar. El canto de los pájaros de las frías mañanas es el gritar irritante de la realidad. El olor entra despacio y penetra mis poros cuando ni siquiera he abierto los ojos plenamente. La pesadez de un día normal con gentes normales me ata justamente a la suave cama de roca.

Pero antes de este odioso despertar, escuché tus pasos sigilosos en medio de ese sueño confuso que sólo otorga una vida desperdiciada. Yo no te quise hablar, eras tan lejana, no te sentía allí vivir en mí. Representabas, según creo, el ideal de todo hombre como yo. Representabas el valor y la virtud, propia de las mujeres, como instrumento para lograr la felicidad y sobre todo, la paz entre los hermanos.

Tomé mis recuerdos, vi tu tez clara, y di marcha atrás a un campo lejano y húmedo.Yo no busqué paz lejos de ti. El caos cotidiano y la mentira constante no nos tocaron.

Corrí buscando la respuesta, y esta estaba nada más en el mirar fijo al suelo lleno de barro negro. Callé durante días, la luz y la sombra me iluminaban indiferentemente. Pasaba frente a ti con la vergüenza del ciego y el orgullo del incauto.

Hoy no puedo vivir sin ti. Las calles son sonidos tan distantes si no tengo tus oídos. Murmuros simples y cotidianos marcan mis pasos trémulos. Hoy quisiera estar en ti, sentirte suave y acariciar tus tersas mejillas.

Risas y llantos, son esta tierra. ¡Tanto hemos sufrido! ¿Por qué nos ultrajan nuestros hermanos? ¿Por qué duele tanto ser y no parecer? ¿Por qué es tan complicado ser y no perecer lentamente?

Recuerdo muy bien tu mirada en medio de esa confusión que nos da la nada. Pero, ¿Cómo describir algo así? ¿Cómo decir que tu mirada es una luz infranqueable de ideas hermosas? ¿Cómo explicar la paz que emana inagotable de tus ojos oscuros mientras miras detenidamente los bosques a lo lejos? Es como si sacudieras mi mundo tan solo por mirarme detenidamente por un par de segundo. He expirado mil veces de orgasmos al sentir tu aliento tibio chocar con mi cuello mientras estamos en la oscuridad de una habitación perdida entre mil más de la ciudad.

Y entonces de pronto, sin percatarme del todo, te acercaste, hablaste a mi oído y me dijiste lentamente: -Yo siempre estaré a tu lado- y vi tus ojos y la luz morada que proyectaban a los míos. Sonidos bruscos recienten las ondas de tus pasos. Y calló el sonido primero, y después cayó mi patético mundo en pedazos a tus blancos pies tatuados de signos indescifrables.

Eras difusa allá adentro. Eras un ser con atributos míos y tuyos a la vez. Una quimera agitada por el desconcierto de no entenderse ni sentirse a sí misma. Una briza fría que se topa cara a cara con una caliente y se rechazan en el instante mismo de sentirse llegar una a la otra.

Siempre que te presentas en mis sueños bobos eres así. Allá no existes si es que no eres parte mía. Aquí existes sabiendo que no me perteneces por ti misma en lo absoluto.

En los sueños los colores se matizan y logran un fondo tranquilo que nos permiten sentirlos como parte íntegra de la situación que se nos presenta en este limbo irreal.

Mientras tanto, yo no dormía, vagaba en ese limbo...