domingo, 26 de julio de 2009

Los Portadores de Sueños.

En todas las profecías está escrita la destrucción del mundo.
Todas las profecías cuentan que el hombre creará su propia destrucción.
Pero los siglos y la vida que siempre se renueva
engendraron también una generación de amadores y soñadores:
Hombres y mujeres que no soñaron con la destrucción del mundo,
sino con la construcción del mundo de las mariposas y los ruiseñores.

Desde pequeños venían marcados por el amor.
Detrás de su apariencia cotidiana
guardaban la ternura y el sol de la medianoche.
Sus madres los encontraban llorando por un pájaro muerto
y más tarde los encontraron a muchos muertos como pájaros.

Estos seres cohabitaron con mujeres translucidas
y las dejaron preñadas de miel y de hijos reverdecidos
por un invierno de caricias.
Así fue como proliferaron en el mundo los portadores de sueños,
atacados ferozmente por los portadores de profecías habladoras de catástrofes.

Los llamaron ilusos, románticos, pensadores de utopías,
dijeron que sus palabras eran viejas
-y en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso es antigua
en el corazón del hombre-

Los acumuladores de riquezas les temían
y lanzaban sus ejércitos contra ellos,
pero los portadores de sueños todas las noches hacían el amor
y seguía brotando su semilla del vientre de ellas
que no sólo portaban sueños sino que los multiplicaban
y los hacían correr y hablar.

De esta forma el mundo engendro de nuevo su vida
como también había engendrado a los que inventaron
la manera de apagar el sol.

Los portadores de sueños sobrevivieron a los climas gélidos,
pero en los climas cálidos casi parecían brotar por generación espontánea.
Quizás las palmeras, los cielos azules, las lluvias torrenciales
tuvieron algo que ver con esto,
la verdad es que como laboriosas hormiguitas
estos especímenes no dejaban de soñar, y de construir
hermosos mundos, mundos de hermanos, de hombres y mujeres
que se llamaban compañeros,
que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban en las muertes,
se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se ayudaban en el arte de
querer y en la defensa de la felicidad.

Eran felices en su mundo de azúcar y viento
y de todas partes venían a impregnarse de su aliento
y de sus claras miradas
y hacía todas partes salían los que los habían conocido
portando sueños soñando con profecías nuevas
que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores
en que el mundo no tendría que terminar en la hecatombe
y, por el contrario, los científicos diseñarían fuentes,
jardines, juguetes sorprendentes para hacer más gozosa
la felicidad del hombre.

Son peligrosos - imprimían las grandes rotativas.
Son peligrosos - decían los presidentes en sus discursos.
Son peligrosos - murmuraban los artífices de la guerra.
Hay que destruirlos - imprimían las grandes rotativas.
Hay que destruirlos - decían los presidentes en sus discursos.
Hay que destruirlos - murmuraban los artífices de la guerra.


Los portadores de sueños conocían su poder
y por eso no se extrañaban
y también sabían que la vida los había engendrado
para protegerse de la muerte que anuncian las profecías.

Y por eso defendían la vida aun con la muerte.
Y por eso cultivaban jardines de sueños
y los exportaban con grandes lazos de colores.

Y los profetas de la oscuridad se pasaban noches y días enteros
vigilando los pasajes y caminos buscando estos peligrosos
cargamentos que nunca lograban atrapar
porque el que no tiene ojos para soñar
no ve los sueños ni de día, ni de noche.

Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de sueños
que no pueden detener los traficantes de la muerte; y
por doquier hay paquetes con grandes lazos
que solo esta nueva raza de hombres puede ver.

Y la semilla de estos sueños no se puede detectar
porque va envuelta en rojos corazones
o en amplios vestidos de maternidad
donde piececitos soñadores alborotan los vientres que los cargan.

Dicen que la tierra después de parirlos desencadenó
un cielo de arco iris y soplo de fecundidad las raíces de los árboles.
Nosotros solo sabemos que los hemos visto,
sabemos que la vida los engendro para protegerse
de la muerte que anuncian las profecías.

Gioconda Belli

Desesperanza.

08 diciembre 2006.


Una mujer envenenó mi alma;
otra mujer envenenó mi cuerpo;
ninguna de las dos vino a buscarme;
yo de ninguna de las dos me quejo.
Como el mundo es redondo, este veneno
envenena a su vez, ¿por qué acusarme?
¿Puedo dar más de lo que a mi me dieron?
Gustavo Adolfo Becquer.
Lejos de creer en las buenas intenciones
sólo ves esa misteriosa oscuridad
que te rodea con un frío estremecedor.
-
Pero el frío es dulce
Cuando todo se vuelve amargo.
La oscuridad es luz
Cuando ya no existen mañanas.
-
Las calles se vacían
cuando la gente pierde la esperanza
en un futuro que ni siquiera entienden.
-
Una tristeza envuelve el corazón
que grita y gime
en busca de algo que ni siente.
-
Pero el frío es dulce
Cuando todo se vuelve amargo.
La oscuridad es luz
Cuando ya no existen mañanas.

-
Todo gira rápidamente
cuando tus días son montañas
que se vuelven infranqueables.
No debes pensar en correr
cuando debes encarar.
-
El grito desconsolador
de los pueblos me hizo llorar.
Un sufrimiento
que a la noche
no quiso aguantar
y decidió simplemente estrellar.
-
Pero el frío es dulce
Cuando todo se vuelve amargo.
La oscuridad es luz
Cuando ya no existen mañanas.
-
Yo no pido nada
porque sé que nadie me lo puede dar.
Yo no busco placer
porque ya no entiendo
si es sangre o es puro amor.

jueves, 23 de julio de 2009

¡Qué hermosos recuerdos aquellos de la infancia!

Tómame si puedes
cuando llegue a tu camino
tomame si puedes
Estoy cayendo como la lluvia.

Todos los días te veo
pero estás muy lejos de aqui
todos los días te amo
no sabes, te amo asi
Nunca jamás te dejaría ir.

Soy tuyo
Cada vez que me quieras
Soy tuyo
Cuando quiera que me necesites.
Todo lo que hago es soñando por ti
toso através de la noche
siempre te llevaré.

No sabes, te amo así
nunca jamás te dejaría ir.
I´m Yours-The Adicts.



18 de octubre del 2008.


Que tal Adolfo:


Hasta el jueves pasado, guardé la esperanza de tener tu carta entre mis manos para poder escapar junto con ella a un lugar hermoso, donde pudiera leerla acompañada por el canto de los pájaros, una rica e incitadora sombra de algún árbol fuerte, grande y viejo, que estuviera ya amoldado para recibir a la gente entre su cálido vientre; aunque pienso que tal vez a veces lo puedan encontrar molesto, pero estoy segura que conmigo iba ser diferente ya que a él también le gustaría escuchar tus palabras escritas que venían a deleitar nuestros oídos desde muy lejos.

Pero no fue así, de todos modos no dejare de insistir en ir a recoger el correo, porque tal vez la detuvieron en algún lado de la frontera. Sí, seguro eso paso Adolfo porque al maldito, despreciable y sucio vecino, le parece la mayor amenaza que entre a su territorio, el bello pensamiento de las personas como tú, sus mayores enemigos a los que busca exterminar al precio que sea.

Espero que sea esto y no haya caído en manos equivocadas con falta de tolerancia, lo que más me puso triste de esto fue haber perdido esa foto tuya que era especialmente para mi y que yo prometí conservar y cuidar hasta mi regreso.

Para el jueves finalmente la recibí por la computadora y pude leerla. Llegó justamente cuando el sol estaba apunto de ocultarse y la noche caía, mientras se tornaba a cada minuto mas fría y oscura, como no pude llevarla a donde tenia previsto, salí a leerla frente a esas palmeras y a la luz de la brillante y ya pasada luna llena, suspire a cada palabra que leía. Sabes, quiero y estoy ansiosa porque me cuentes más secretos tan hermosos como este que me has contado, has de tener muchos y yo quiero conocerlos y leerlos una y otra vez.

Me imagino cómo te sientes ahora que estas desempleado, pero no te preocupes, ya estas preparando tu tesis y así seguro será mas fácil y rápido que encuentres trabajo y sigas dando clases a todos esos chavos, ayudándolos, platicando con ellos, sembrando fuertes cimientos para un mejor mañana, te aseguro que muchos de ellos quieren ser como tú en un futuro y eso seguro aliviara parte de toda esa nostalgia que ahora sientes, sabes, me siento muy orgullosa de ti, mucho.

Es inolvidable una tarde, noche, madrugada o día de lluvia. Es tan evocadora, tan excitante, es magnifica. Recuerdo que de niña yo siempre me imaginaba jugando bajo ella dando vueltas y vueltas y abriendo los que en ese tiempo eran mis pequeños brazos para poder atraparla, pero mi mamá nunca me dejaba salir y entonces yo me conformaba con solo contemplarla por la ventana, entonces ponía una pequeña silla de color café para alcanzar a mirar mejor, ahí me quedaba a ver hasta la ultima gota de lluvia que caía. Mi mama siempre me decía que me quitara de ahí que podía caerme un rayo, pero a pesar de sus advertencias y de que me daban mucho miedo, mas al oír su tremendo estruendo, aun así seguía pegada a la ventana, a veces con muchos esfuerzos convencía a mi mama de poder tener la ventana abierta mientras llovía, cuando pasaba esto me alegra mucho, porque así podía sacar mis pequeñas manos para sentir cómo la lluvia caía sobre mi y como se escapaba de mi mano, cómo las gotas se escurrían entre mis dedos sin poder detenerlas ni atraparlas un solo instante, al final cuando paraba de llover, salía con ansias, a oler los dos pinos que estaban en la banqueta, afuera de mi casa, era un olor muy penetrante y exquisito que daban ganas de comérselos a bocanadas, ¡Qué hermosos recuerdos aquellos de la infancia!

¡Ah! por supuesto que no me aburriste, al contrario cada palabra que me escribiste, logró arrancarme suspiros y muchas sonrisas y no solo en el momento que la leí, al recordarla sigo dando suspiros y en mi cara se sigue dibujando una suave, dulce y cálida sonrisa, como tus palabras.

Si, lo he pensado mucho, en mi mente he vivido muchas cosas contigo, tantas que creo ya haber estado contigo desde hace años atrás, y que ahora yo me encuentro en un largo viaje y que tu me esperas allá, a mi muy próxima llegada. Ansiosa estoy de volver para darte tus zapes!!! Ja ja ja ja....


Sabes, creo que cuando te vea estaré muy nerviosa, tanto, que apuesto que temblaré en cada movimiento que haga y seguro me temblarán las piernas al caminar y las manos, y todo lo demás, maldición!!!!! Te lo digo por si esto llega a pasar, no te vayas a burlar de mi eh!!!!!

Bueno cariño mío me despido, esperando que tengas muchas tardes más de lluvia, y que la puedas topar en algún bar del centro de la ciudad, a donde muy pronto me veras llegar.

Te quiere tu querida: Daisy.

martes, 21 de julio de 2009

Su tez blanca salpicada por eternas estrellas.

Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá!
Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
Amor Eterno. Gustavo Adolfo Bécquer.



13 de julio del 2009


El que no sabe habla mucho
aquel que sabe habla poco
por eso, a la que yo quiero:
me basta verle los ojos....
Que sí, que no, lo mismo me da. Facundo Cabral.
Poco a poco se acerca en el horizonte el invierno. Esa dulce sensación de irse el tiempo del agua sobre nuestras cabezas y empezar esos fríos que endurecen la piel y nos obligan a cobijarnos más y más al irse acercando la oscura noche. Para no irme muy lejos en mi relato, ayer mismo entraba una brizna helada por la ventana a medio abrir. Yo, recostado sobre mi cama, intentaba entender un texto, pero no podía, lo frustrante es que era un texto demasiado sencillo, demasiado sencillo como para crearme problemas. ¿Por qué entonces mi confusión? Pues porque yo no estaba ahí, estaba cerca de ella. Iniciamos…


Sabes, me empecé a imaginar su sonrisa y la forma hermosa y tierna con la que caminaba un día, que con un grupo de amigos, buscábamos un taxi a altas horas de la noche. Caminaba ligera y de una forma altanera. Sus manos metidas en un suéter me marcaban confianza, seguridad. Creo que allí me enamoré de ella. Sus rasgos jamás los olvidare, tez blanca salpicada por eternas estrellas que empañan sus pómulos y saturan su respingada nariz. Su sonrisa y sus dientes sobresalen como una manera de no poder minimizar su contento, su felicidad al sentirse querida por alguien como yo. Sus pies blancos como el hielo coronados con uñas pintadas de rojo que noto inmediatamente cuando usa esas hermosas y encantadoras sandalias, me vuelven loco; me hacen pensar en lo puro de sus pasos y en lo lejano que me siento de ellos a veces.


Siempre suele irse sin voltear atrás. Ese pequeño regalo tal vez nunca lo tenga. He pensado mucho acerca de ella. Cosas que ninguna otra mujer me ha hecho pensar. Creo que es la primera mujer por la que daría todo por saber qué es lo que tiene en la cabeza. Pero no para hacer esas bajezas de manipularla propias de hombres estúpidos que solo buscan entender para controlar, sino para saberla, para conocerla de una manera que la aliente, que la sacuda, para internarme en sus profundas cavidades encefálicas y sacar los atascos que tanto la afligen.


Qué más podría pensar un joven-viejo como yo. Mi vida al transcurrir el tiempo se ha nulificado en una postura simple, burlada y odiada. No puedo pedir más a aquellas personas que no saben de lo que les hablo, no sueñan, son realistas; no se alimentan, solo se sacian; no conversan, solo imponen.


Parece que dentro de unas horas el cielo se tornará claro y de él se desprenderá una baja pero moderada temperatura. La espero impaciente, aquí, sentado frente a mi ordenador pensando palabras y escribiéndolas al por mayor. Me imagino sus pasos en esa tierra lejana. El sol, los colores y sus pies blancos pisando tierra vieja, tierra de antepasados. Seguro estará negándose fumar un cigarrillo y terminará venciéndose. Quisiera poder oler lo que ella huele allá. ¿Qué será? ¿Humedad con partículas de carbón? ¿O ese olor a madera que atasca los pulmones a las gentes que no estamos acostumbrados a su presencia? No lo sé. Solo ella lo sabe. Esos pasos que da a mi me tocarán mañana y será más lindo saber que ella ya los pisó.

Escucho sus pasos al regresar, yo sé como regresar con ella. Yo conozco esa expresión de por fin estar en casa con la familia, los amigos y el novio.


El aire frio se cuela por mis pulmones y me muestran lo irritado de ellos. Estoy tan cansado de fumar, de verlos fumar y de no poder resistirme a uno más, solo uno. Pero, déjame decirte, la sensación de cómo se filtra el tabaco en los pulmones no la cambio por nada. Es una experiencia momentánea, y tal vez por esto, es magnífica.


Es como estar a su lado, sentirla por unos momentos, sentir el rozar de sus blancos pechos sobre mis hombros cansados de llevar a las gentes a cuestas. Respirar su olor y la delicada forma como inclina la cabeza cuando intento oler su cuello. Fumarnos ese cigarrillo empedernido y platicar de cosas que solo ella y yo entendemos.


Sabes, su nombre en el antiguo idioma hebreo significa: El padre salta de júbilo o Fuente de alegría. Ni dudarlo…

jueves, 9 de julio de 2009

En presencia de Laura no puede hablar ni llorar ni respirar.


El conservarte pura de mentira
y haberte siempre cuanto pude honrado
¡qué mal, ingrata lengua, me has pagado,
causándome tal vez vergüenza e ira!


En faz de Laura tu valor expira
para pedir merced, y o te has callado,
o imperfectas palabras balbuceando,
como de hombre que sueña o que delira.


¡Lágrimas tristes que la noche entera
fieles me acompañáis! ¿Por qué delante
de mi Laura no puedo desparciros?


¡Y vosotros, oh férvidos suspiros,
también enmudecéis de tal manera
que solo habla mi pálido semblante!


Francesco Petrarca ( 1304-1374). Lírico y humanista italiano.