jueves, 23 de julio de 2009

¡Qué hermosos recuerdos aquellos de la infancia!

Tómame si puedes
cuando llegue a tu camino
tomame si puedes
Estoy cayendo como la lluvia.

Todos los días te veo
pero estás muy lejos de aqui
todos los días te amo
no sabes, te amo asi
Nunca jamás te dejaría ir.

Soy tuyo
Cada vez que me quieras
Soy tuyo
Cuando quiera que me necesites.
Todo lo que hago es soñando por ti
toso através de la noche
siempre te llevaré.

No sabes, te amo así
nunca jamás te dejaría ir.
I´m Yours-The Adicts.



18 de octubre del 2008.


Que tal Adolfo:


Hasta el jueves pasado, guardé la esperanza de tener tu carta entre mis manos para poder escapar junto con ella a un lugar hermoso, donde pudiera leerla acompañada por el canto de los pájaros, una rica e incitadora sombra de algún árbol fuerte, grande y viejo, que estuviera ya amoldado para recibir a la gente entre su cálido vientre; aunque pienso que tal vez a veces lo puedan encontrar molesto, pero estoy segura que conmigo iba ser diferente ya que a él también le gustaría escuchar tus palabras escritas que venían a deleitar nuestros oídos desde muy lejos.

Pero no fue así, de todos modos no dejare de insistir en ir a recoger el correo, porque tal vez la detuvieron en algún lado de la frontera. Sí, seguro eso paso Adolfo porque al maldito, despreciable y sucio vecino, le parece la mayor amenaza que entre a su territorio, el bello pensamiento de las personas como tú, sus mayores enemigos a los que busca exterminar al precio que sea.

Espero que sea esto y no haya caído en manos equivocadas con falta de tolerancia, lo que más me puso triste de esto fue haber perdido esa foto tuya que era especialmente para mi y que yo prometí conservar y cuidar hasta mi regreso.

Para el jueves finalmente la recibí por la computadora y pude leerla. Llegó justamente cuando el sol estaba apunto de ocultarse y la noche caía, mientras se tornaba a cada minuto mas fría y oscura, como no pude llevarla a donde tenia previsto, salí a leerla frente a esas palmeras y a la luz de la brillante y ya pasada luna llena, suspire a cada palabra que leía. Sabes, quiero y estoy ansiosa porque me cuentes más secretos tan hermosos como este que me has contado, has de tener muchos y yo quiero conocerlos y leerlos una y otra vez.

Me imagino cómo te sientes ahora que estas desempleado, pero no te preocupes, ya estas preparando tu tesis y así seguro será mas fácil y rápido que encuentres trabajo y sigas dando clases a todos esos chavos, ayudándolos, platicando con ellos, sembrando fuertes cimientos para un mejor mañana, te aseguro que muchos de ellos quieren ser como tú en un futuro y eso seguro aliviara parte de toda esa nostalgia que ahora sientes, sabes, me siento muy orgullosa de ti, mucho.

Es inolvidable una tarde, noche, madrugada o día de lluvia. Es tan evocadora, tan excitante, es magnifica. Recuerdo que de niña yo siempre me imaginaba jugando bajo ella dando vueltas y vueltas y abriendo los que en ese tiempo eran mis pequeños brazos para poder atraparla, pero mi mamá nunca me dejaba salir y entonces yo me conformaba con solo contemplarla por la ventana, entonces ponía una pequeña silla de color café para alcanzar a mirar mejor, ahí me quedaba a ver hasta la ultima gota de lluvia que caía. Mi mama siempre me decía que me quitara de ahí que podía caerme un rayo, pero a pesar de sus advertencias y de que me daban mucho miedo, mas al oír su tremendo estruendo, aun así seguía pegada a la ventana, a veces con muchos esfuerzos convencía a mi mama de poder tener la ventana abierta mientras llovía, cuando pasaba esto me alegra mucho, porque así podía sacar mis pequeñas manos para sentir cómo la lluvia caía sobre mi y como se escapaba de mi mano, cómo las gotas se escurrían entre mis dedos sin poder detenerlas ni atraparlas un solo instante, al final cuando paraba de llover, salía con ansias, a oler los dos pinos que estaban en la banqueta, afuera de mi casa, era un olor muy penetrante y exquisito que daban ganas de comérselos a bocanadas, ¡Qué hermosos recuerdos aquellos de la infancia!

¡Ah! por supuesto que no me aburriste, al contrario cada palabra que me escribiste, logró arrancarme suspiros y muchas sonrisas y no solo en el momento que la leí, al recordarla sigo dando suspiros y en mi cara se sigue dibujando una suave, dulce y cálida sonrisa, como tus palabras.

Si, lo he pensado mucho, en mi mente he vivido muchas cosas contigo, tantas que creo ya haber estado contigo desde hace años atrás, y que ahora yo me encuentro en un largo viaje y que tu me esperas allá, a mi muy próxima llegada. Ansiosa estoy de volver para darte tus zapes!!! Ja ja ja ja....


Sabes, creo que cuando te vea estaré muy nerviosa, tanto, que apuesto que temblaré en cada movimiento que haga y seguro me temblarán las piernas al caminar y las manos, y todo lo demás, maldición!!!!! Te lo digo por si esto llega a pasar, no te vayas a burlar de mi eh!!!!!

Bueno cariño mío me despido, esperando que tengas muchas tardes más de lluvia, y que la puedas topar en algún bar del centro de la ciudad, a donde muy pronto me veras llegar.

Te quiere tu querida: Daisy.

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