sábado, 1 de septiembre de 2012

"Hombre que mira al cielo" de Mario Benedetti.


Mientras pasa la estrella fugaz acopio en este deseo instantáneo montones de deseos hondos y prioritarios. Por ejemplo, que el dolor me apague la rabia, que la alegría no desarme mi amor, que los asesinos del pueblo se traguen sus molares, caninos e incisivos y se muerdan juiciosamente el hígado. Que los barrotes de las celdas se vuelvan de azúcar o se curven de piedad y mis hermanxs puedan hacer de nuevo el amor y la revolución." (...)