viernes, 10 de octubre de 2014

Me escurren fragmentos.

Así como llegué me fui sin notarlo.
Salí del mundo y llegué a él
dando una vuelta.

Caminé junto a ella y la dejé
para encontrarla en otra.
Miré a mí alrededor y vi mi cara
en la pesadumbre de un mundo inútil.

Sueño y vivo
y siento que para vivir se sueña
y para soñar se mira fijamente.

En el bolsillo tengo
un encendedor, unas llaves
y restos que llevo a todos lados
de una mujer que amé.

Solo somos fragmentos, -me dijo-
Me llevarás e iré cayendo poco
a poco de tu bolsillo mientras
forjas destino con otra mejor.

Tengo una mano que tiembla,
un corazón que se colapsa del cansancio
y una melancolía sobre lo que pensé que fui

y sobre lo que resulté de lo que no hice.

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